perros y gatos

El envenenamiento en perros y gatos es causado por la exposición, ingestión, inyección o inhalación de sustancias tóxicas. La gravedad de la intoxicación depende de la toxicidad del producto, la forma de administración, la dosis utilizada y la edad del paciente. En general, los signos clínicos de ingestión y envenenamiento son:

  • Irritabilidad, ataxia (movimientos descoordinados de las partes del cuerpo), temblores musculares, espasmos.
  • Vómitos, diarrea, incontinencia urinaria.
  • Taquicardia, arritmia.
  • Dolor de estómago.
  • Hematuria (sangre en la orina).
  • Cianosis (mucosas azuladas).
  • Coma o muerte súbita por arritmia.

Diagnóstico y tratamiento de intoxicaciones en perros y gatos.

Ante los primeros síntomas o sospechas de intoxicación en tu perro o gato, debes contactar con tu veterinario inmediatamente. Ejecuta los registros de casos y recupera información importante sobre el caso. El diagnóstico se realizará con base en la historia clínica y la sintomatología clínica del paciente. También se recomiendan estudios de sangre y de imagen.

El tratamiento consiste en inducir el vómito, aunque hayan pasado más de dos horas. Los animales deben estar bajo la supervisión de un veterinario y recibir un tratamiento de apoyo basado en los síntomas del animal. También se deben controlar las arritmias y los diuréticos. Puede ser necesaria una terapia anticonvulsiva, fármacos antiarrítmicos, etc.

Algunos tipos de envenenamiento en perros y gatos

perros y gatos
Dogs and cats snuggle together

Envenenamiento por aspirina

La aspirina, el AINE que se usa más comúnmente para tratar a los humanos, puede abusarse de los animales. Las dosis terapéuticas y tóxicas son muy similares: un ligero error de cálculo puede causar problemas.

Los gatos son más sensibles a la aspirina que los perros porque sus hígados carecen de una enzima que permite eliminarla del cuerpo más rápidamente. La toxicidad aumenta cuando se usa con otros medicamentos antiinflamatorios o cuando se usa en animales con insuficiencia renal y/o hepática. Por eso, como con cualquier otra sustancia, debemos tener mucho cuidado de no colocarlos donde los perros o gatos puedan alcanzarlos.

Intoxicación por ibuprofeno

El ibuprofeno es un fármaco antipirético antiinflamatorio no esteroideo con efectos analgésicos tanto en animales como en humanos. Su acción farmacológica es similar a la de la aspirina, la fenilbutazona y la indometacina. Se utiliza para tratar la artritis reumatoide aguda y la artrosis, así como mialgias, fiebre y diversos problemas musculo esqueléticos y ginecológicos.

El ibuprofeno a una dosis de 5 mg/kg puede causar úlceras gástricas y perforación en perros y no se recomienda su uso a largo plazo. Los efectos tóxicos documentados incluyen irritación intestinal, sangrado gastrointestinal y daño renal. Además, pueden presentarse depresión del sistema nervioso central, hipotensión, ataxia, trastornos cardíacos y convulsiones. Los gatos son la mitad de sensibles al ibuprofeno que los perros. Son particularmente sensibles a los AINE debido a su unión limitada al ácido glucurónico.

Envenenamiento por paracetamol en perros y gatos

El paracetamol es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo que se utiliza para aliviar el dolor y la fiebre en los seres humanos, pero se abusa de ellos en los animales.

Los gatos son más peligrosos que los perros. La gravedad de la intoxicación depende en gran medida de la dosis utilizada. Los gatos no tienen una enzima que ayude a eliminar esta sustancia del cuerpo a través del hígado, lo que puede hacer que se acumule. Son más propensos a problemas sistémicos como insuficiencia renal aguda, anemia, etc.

Si el animal tiene insuficiencia respiratoria, debe dársele oxígeno. Si la anemia es muy severa, se debe iniciar una transfusión de sangre.

Envenenamiento por piretrina

Los piretroides o piretroides (siendo la permetrina la más importante) son compuestos orgánicos utilizados como plaguicidas. Estas son sustancias neurotóxicas que se unen a los canales de sodio en la superficie de las células nerviosas, lo que provoca el bloqueo de la conducción del impulso al no despolarizar adecuadamente la membrana.

Estos compuestos se usan como repelentes en perros y matan patógenos, pero cuando se administran a un gato, sus efectos pueden ser dañinos. Además, los alimentos que comemos los humanos, como el chocolate, el ajo, la cebolla, el pimiento, el aguacate, las frutos secos, ni las uvas, etc., pueden provocar intoxicaciones en perros y gatos; ten en cuenta que debes acudir al veterinario lo antes posible si experimentas algún síntoma inusual.

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